La aceleración con la que la sociedad se desarrollaba antes de la crisis mundial del Covid-19, nos había transformado en las generaciones con los mayores y más profundos cambios en todos los ámbitos proyectados e imaginados, veníamos dando respuestas – en ocasiones demasiado apresuradas y por ende abstractas – a las problemáticas que creíamos como tal en ese momento, pero cuando suceden conflictos tan trascendentales para la historia de la humanidad, cabe detenerse y cambiar las respuestas insustanciales por preguntas esenciales.
En algunas ocasiones la ligereza con la cual veníamos pensando procesos tan relevantes como la innovación, la creatividad y el diseño quedan en evidencia en las interrogantes que se plantea el mundo del diseño respecto de su rol, es así como en una charla pública a mediados del mes de junio y en plena crisis mundial, se le consultaba desde la audiencia al expositor, quien es el Fundador del Laboratorio de Gobierno, Juan Felipe López, lo siguiente:
“¿Cuál sería el área de gobierno prioritaria que necesita con mayor urgencia la incorporación de procesos creativos y de innovación guiados por el diseño?”
En la pregunta realizada por la audiencia a López, pone de manifiesto procesos de competencia con los cuales nos hemos formado muchas generaciones, compitiendo por los recursos siempre escasos ante necesidades siempre crecientes, hacernos la pregunta esta bien, pero ya no deberíamos hablar de priorizar uno u otro sector donde se necesite insertar innovación, creatividad o diseño, sino entender que debemos abarcar todos los sectores para lograr impactos significativos en estos procesos, tomar como base la Teoría de Sistemas (TGS) que desde lo más primitivo nos invita a ver todas las partes como relevantes de un proceso e identificar la relación entre ellas.
La colaboración se volverá relevante post pandemia, sí no asumimos el concepto desde todos los procesos entonces nada habrá cambiado, ya lo decía Albert Einstein “No podemos resolver nuestros problemas con el mismo pensamiento que usamos cuando los creamos”, es por ello que no se trata de dividir o priorizar, sino de colaborar, insertar y hacer participar al diseño en todos los procesos que así lo requieran, cómo también asumir que los cambios en los modos de comportamiento de las personas en la sociedad impulsan ineludiblemente una renovación del Diseño, quizás no se trata de repensar el diseño, sino de simplemente pensarlo.